Nos despertamos a las
tres de la madrugada y el frío arequipeño era intenso. La combi pasaría a
buscarnos a las tres y media, así que rápidamente terminamos de alistar
nuestras mochilas y corrí a la cocina para tomar el último trago de leche que
quedaba en nuestro sachet, porque viajar es así: no se puede desperdiciar nada.
Esta filosofía me recuerda una historia de mi abuela Elisa, quien cuando era
pequeña a veces tenía el privilegio de ser invitada por unos amigos a una
panadería donde podría elegir lo que ella quisiera para merendar. La parte
desafortunada era que mi bisabuela le ordenaba que no pidiera más de una unidad
de las delicias que se ofrecían en el local, ya que si no “sería un abuso”. Por
esta razón era que mi abuela siempre elegía la factura más grande, por más fea
que fuera. “Pero
Elisa, son mucho más ricas las de chocolate”. “No importa, quiero
esa”. Muchas veces durante el viaje yo me sentí igual. En ese
momento no quería esa leche, pero quién sabe cuándo volvería a tomar y
entonces, adentro.
viernes, 28 de agosto de 2015
jueves, 20 de agosto de 2015
¡Viva México, cabrones!
“Solo voy con mi pena, sola va mi condena. Correr es
mi destino, por no llevar papel”
Cerca del atardecer subimos al majestuoso tren que nos
llevaría de Tupiza a Uyuni. Sí, increíblemente majestuoso, con sus guardias
trajeados sacados de una película de Hollywood que cada exactamente media hora
pasan barriendo el pasillo, como nadando en contra de la corriente impuntual y
atractivamente desprolija de Bolivia y toda Latinoamérica en general. Al
embarcarnos notamos que nuestros supuestos asientos estaban ocupados con
mochilas y bolsas encima. “¿Esto es de alguno de ustedes?”, preguntamos.
“No, esperen un ratito y seguro aparecen los dueños, ¡mientras tanto prueben
este picante de carne que está bien chingón!”, respondió un chico con
camiseta de México sentado con dos rubias que no parecían hablar español. Esa
fue la primera vez que vimos a Óscar. Al final nos dimos cuenta que habíamos
leído mal el boleto y estábamos en el vagón equivocado, por lo que cabizbajos y
novatos dimos media vuelta y nos fuimos.
lunes, 17 de agosto de 2015
Maras y Moray
Las
salineras de Maras son minas de sal en la ladera de la montaña que están
formadas por unos cinco mil pozos pequeños y son explotadas desde la época del
imperio inca hasta hoy.
martes, 11 de agosto de 2015
Choquequirao: último bastión de la resistencia inca
Choquequirao, en quechua “cuna de oro”, es uno de los
yacimientos arqueológicos más importantes de la época inca. La ciudadela
ubicada cerca del nevado Salkantay se conforma por varias plazas, terrazas de
cultivos, centros administrativos, viviendas, templos, colcas, canales y casas
sacerdotales, entre otros.
martes, 4 de agosto de 2015
Valle Sagrado de los Incas
El
Valle Sagrado en los andes peruanos fue uno de los lugares donde los incas
decidieron asentarse debido a las condiciones climáticas que les eran
favorables para la producción agrícola. En él se encuentran numerosos pueblos y
restos arqueológicos de la cultura andina.domingo, 2 de agosto de 2015
Piquillacta y Tipón
Piquillacta
fue una ciudad amurallada o fortaleza perteneciente a la cultura preincaica
Huari, hace aproximadamente 1500 años. Este lugar cuenta con 700 edificios, 200
canchas y 508 almacenes, entre otros. Sus funciones principales estaban
relacionadas con lo administrativo, lo religioso y el entrenamiento militar. Se
calcula que en ella vivieron alrededor de diez mil personas.
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