Panamá fue
el primer país de Centro América que visitamos en el viaje (y en nuestras
vidas) y la experiencia no pudo haber sido mejor. Utópicas islas y playas
paradisíacas, la imponente ciudad, verdes y húmedas sierras, comunidades
surfers y pueblos de montaña que parecen
sacados de un cuento hacen de este país una mezcla de sensaciones que resulta espectacular.
Además de esto, su historia es interesantísima. En sus tierras primero habitaron sus nativos, luego con la conquista llegaron los españoles acompañados de numerosas invasiones piratas, luego los franceses junto con el primer intento de la construcción del canal, luego Estados Unidos para la construcción definitiva del canal que actualmente sirve de puente oceánico para barcos y tripulaciones de todo el mundo. Esto hace que haya una diversidad de cultura e identidad muy grande que nos pareció llamativa y nos ayudó a entender mejor la actualidad del país.
Además de esto, su historia es interesantísima. En sus tierras primero habitaron sus nativos, luego con la conquista llegaron los españoles acompañados de numerosas invasiones piratas, luego los franceses junto con el primer intento de la construcción del canal, luego Estados Unidos para la construcción definitiva del canal que actualmente sirve de puente oceánico para barcos y tripulaciones de todo el mundo. Esto hace que haya una diversidad de cultura e identidad muy grande que nos pareció llamativa y nos ayudó a entender mejor la actualidad del país.
Y lo mejor
de todo, como siempre, fue la gente. Tuvimos la suerte de dar con muchas
personas amables y hospitalarias que aceptaron intercambiar algo de trabajo por hospedaje, cosa que nos
ayudó muchísimo a sobrellevar los gastos y a conocer Panamá realmente como
queríamos. Siempre recordaremos nuestros felices primeros pasos por Centro
América, la experiencia superó nuestras expectativas. ¡Gracias, Panamá!
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