jueves, 30 de julio de 2015

Convento y museo de San Francisco en Cusco

Los franciscanos llegaron a Cusco en los primeros años de la conquista y se localizaron en el distrito de San Blas aunque finalmente se trasladaron al centro de la ciudad en 1549. El edificio se terminó de construir en el año 1652. Hoy en día parte del convento fue convertido en museo así que fuimos a visitarlo. El edificio es imponente, solo pasear por él ya es fabuloso. Las paredes de piedra, los pisos de madera crujiente, las habitaciones frías de techos altísimos decoradas con enormes pinturas nos hicieron sentir en otra época.

La entrada incluía una visita guiada, por lo cual fuimos recorriendo el lugar y viendo cosas que nos fueron dejando más impresionados. Entre ellas están: 
- Las criptas: hay salas subterráneas repletas de huesos de los benefactores de la Orden y sus familias, que contribuían económica o espiritualmente con el convento.

- Los libros: cerca del coro pudimos apreciar algunos libros gigantes, manuscritos de aquella época. Si bien no se puede acceder a la biblioteca, sabemos que ésta cuenta con 12.000 volúmenes, el 90% de los cuales está escrito en latín.
- Las pinturas: posee más de 400 óleos de distintas épocas, entre los que más se destacan están “La genealogía de la Orden Franciscana” del cual hablaré más adelante, un cuadro enorme del Juicio Final donde el autor se autorretrató y varios óleos que describen la vida de San Antonio de Padua, que es el santo patrono y quien le da nombre a la ciudad en donde vivo.

 
- El comedor: la sala donde comían antiguamente los franciscanos tiene en su cabecera una pintura enorme de la última cena. Uno de los apóstoles de Jesús tiene su mirada pintada con una perspectiva tal que cuando nos paseamos a lo ancho del comedor, parece que nos siguiera con la vista.
 


- La antesala del coro: en esta sala cuadrada y de techo abovedado, la guía nos hizo poner a uno en cada punta y nos dijo que hablemos en voz muy bajita. Así lo hicimos y no lo podíamos creer: escuchaba a Facu con una claridad impresionante, como si me estuviese hablando atrás. Lo más curioso de todo, es que si alguien se coloca en el medio de la sala entre las dos personas no puede oír lo que están hablando. 

- El Coro Alto: un lugar en lo alto de la iglesia con sillas y tarimas donde los franciscanos se juntaban a cantar. El Coro fue tallado en cedro local por tres miembros franciscanos en el año 1652 y contiene la imagen de 93 Santos de la Iglesia Católica.

 

- “La Genealogía de la Orden Franciscana”, un lienzo que se exhibe en el claustro del convento que tiene como particularidad ser el más antiguo de la ciudad de Cusco, el más grande de latinoamérica y el tercero más grande del mundo. Mide 12 metros de alto por 9 metros de ancho y fue pintado por Juan Espinoza de los Monteros el año de 1699. Esta obra exhibe 12 ramas de la orden franciscana, conteniendo a 683 personajes, 224 escudos y armas y 203 leyendas de biografía de los miembros de la orden.
 



Estas son algunas de las cosas más impresionantes del convento, aunque todo en general merece la visita. Días después nos enteramos que el museo fue inaugurado este año luego de que la Orden mantenga ocultas durante siglos todas estas maravillas.

*Las imágenes fueron obtenidas de internet ya que no está permitido tomar fotos dentro del museo.

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