Los franciscanos llegaron a Cusco en los primeros años de la conquista y se
localizaron en el distrito de San Blas aunque finalmente se trasladaron al
centro de la ciudad en 1549. El edificio se terminó de construir en el año
1652. Hoy en día parte del convento fue convertido en museo así que fuimos a
visitarlo. El edificio es imponente, solo pasear por él ya es fabuloso. Las
paredes de piedra, los pisos de madera crujiente, las habitaciones frías de
techos altísimos decoradas con enormes pinturas nos hicieron sentir en otra
época.
La entrada incluía una visita guiada, por lo cual fuimos recorriendo el
lugar y viendo cosas que nos fueron dejando más impresionados. Entre ellas
están:
- Las criptas: hay salas subterráneas repletas de huesos de los
benefactores de la Orden y sus familias, que contribuían económica o
espiritualmente con el convento.
- Los libros: cerca del coro pudimos apreciar algunos libros gigantes,
manuscritos de aquella época. Si bien no se puede acceder a la biblioteca,
sabemos que ésta cuenta con 12.000 volúmenes, el 90% de los cuales está escrito
en latín.
- Las pinturas: posee más de 400 óleos de distintas épocas, entre los que
más se destacan están “La genealogía de la Orden Franciscana” del cual hablaré
más adelante, un cuadro enorme del Juicio Final donde el autor se autorretrató
y varios óleos que describen la vida de San Antonio de Padua, que es el santo
patrono y quien le da nombre a la ciudad en donde vivo.
- El comedor: la sala donde comían antiguamente
los franciscanos tiene en su cabecera una pintura enorme de la última cena. Uno
de los apóstoles de Jesús tiene su mirada pintada con una perspectiva tal que
cuando nos paseamos a lo ancho del comedor, parece que nos siguiera con la
vista.
- La antesala del coro: en
esta sala cuadrada y de techo abovedado, la guía nos hizo poner a uno en cada
punta y nos dijo que hablemos en voz muy bajita. Así lo hicimos y no lo
podíamos creer: escuchaba a Facu con una claridad impresionante, como si me
estuviese hablando atrás. Lo más curioso de todo, es que si alguien se coloca
en el medio de la sala entre las dos personas no puede oír lo que están
hablando.
- El Coro Alto: un lugar en lo alto de la iglesia con sillas y tarimas
donde los franciscanos se juntaban a cantar. El Coro fue tallado en cedro local
por tres miembros franciscanos en el año 1652 y contiene la imagen de 93 Santos
de la Iglesia Católica.
- “La Genealogía de la
Orden Franciscana”, un lienzo que se exhibe en el claustro del convento que
tiene como particularidad ser el más antiguo de la ciudad de Cusco, el más
grande de latinoamérica y el tercero más grande del mundo. Mide 12 metros de
alto por 9 metros de ancho y fue pintado por Juan Espinoza de los Monteros el
año de 1699. Esta obra exhibe 12 ramas de la orden franciscana, conteniendo a
683 personajes, 224 escudos y armas y 203 leyendas de biografía de los miembros
de la orden.
Estas son algunas de las cosas más impresionantes del convento, aunque todo en general merece la visita. Días después nos enteramos que el museo fue inaugurado este año luego de que la Orden mantenga ocultas durante siglos todas estas maravillas.
*Las imágenes fueron obtenidas de internet
ya que no está permitido tomar fotos dentro del museo.





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